El viernes pasado tras una permanencia de más de tres años pudo abandonar el penal de Santa Martha Acatitla, Rosario Robles Berlanga, quien fuera integrante de la “casta dorada” en el gobierno peñanietista, fungiendo como titular de Sedesol y de Sedatu. Recordemos que desde el 2013, ya empezaban a surgir acusaciones en su contra, motivadas por supuestos desvío de recursos en el programa “Cruzada Contra el Hambre”, y fue en ese momento que EPN realizó una defensa a ultranza ya que como todos recordamos; la respaldó diciendo: “Rosario, no te preocupes hay que aguantar…”.
Y Rosario siguió aguantando… tanto así que; el 12 de agosto de 2019, se presentó a la primera audiencia donde existía una acusación en su contra y dijo: “Vengo a dar la cara con las faldas bien puestas y tomando el toro por los cuernos”,pero un día después fue detenida y pasó tres años en prisión. Su exceso de confianza radicaba en que de forma general el delito por el que fue acusada no requería prisión preventiva; sin embargo, un juez le dictó la medida cautelar, ante el riesgo de evadir la acción de la justicia, esto con fundamento en su amplia capacidad económica. Llamo la atención, de sobremanera el nombre del juez: Jesus Delgadillo Padierna, sobrino de la ex diputada, Dolores Padierna, enemiga acérrima de Robles, antagonismo que surgió desde el polémico caso del “señor de las ligas”.
Cabe la posibilidad que el juez haya aplicado la máxima juarista: “A los amigos justicia y gracia; para los enemigos, la ley a secas”. Pero también hay que precisar que este juez Ha estado al frente de casos muy polémicos, con desiciones muy controvertidas, como son los casos: Pegasus, Lozoya, Scherer, El Felipillo, (hijo del ojos) entre muchos más, entonces la influencia de lazos sanguíneos, en el caso Robles, es aún un enigma.
A su salida Rosario aseguró: “se hizo justicia, porque como lo dije desde el principio yo debí de haber llevado este proceso en libertad”. Durante su estancia en el penal, Robles Berlanga continuó aunque de forma esporádica como editorialista en El Universal, y ahora su primer artículo escrito desde su casa se intitula “Rosarios hay muchas y hay que conseguir su libertad”. Si debió; o no, permanecer en prisión estos años, es una opinión que se bifurca, pero no se puede presentar como una persecución a un prócer o una “presa política” fue una “política presa” que hoy tiene el beneficio de llevar el proceso libre , pero este no ha terminado, ni ha sido declarada inocente. Hoy su libertad está fundamentada en un precario estado de salud, además que se tendrá que estar presentando a la fiscalía, y entregó su pasaporte a la FGR, por lo que no puede abandonar el país.
En el tema de la Estafa Maestra, se comprobó un desvío de 5 mil 73 millones, la acusación contra Robles, es por omisión. Hoy la pregunta es ¿donde está el dinero y donde los beneficiados? Sin embargo, el viernes pasado, el caso Robles en el entorno mediático, fue claramente opacado por Ayotzinapa y la detención de Murillo Karam. Por lo que el primero poco a poco quedará en el olvido, mientras que el segundo, reforzado probablemente con una nueva verdad histórica será el pan de todos los días.
A Murillo Karam, todo le queda muy claro… al momento de su detención, le pregunta el agente encargado, ¿es penoso? a lo que contesta tranquilamente: no es penoso “es político”
