El próximo doce de septiembre habrá elecciones para renovar la dirigencia de la sección 88 del sindicato de trabajadores pertenecientes a la Secretaría de Salud del Estado de Durango. Se registraron dos planillas cuyas candidatas únicamente participan y se prestan al juego de servirle al candidato Francisco Segovia, cuya principal propuesta es hacerle creer a los trabajadores que él va a ganar por la única y sencilla razón de ser el candidato del gobernador electo. Este candidato de apellido Segovia que apenas tiene trabajando en la secretaría desde el 2015 y se desempeña como enfermero, es señalado de no tener título ni mucho menos cédula profesional para ejercer su responsabilidad, pero eso sí, el señor enfermero Segovia presume de ser muy cercano al futuro gobernador. Mientras el médico ginecólogo Gabriel Torres, candidato de la planilla roja, recorre los municipios donde existen clínicas y personal de la institución de salud buscando el apoyo de sus compañeros, sin ningún disimulo, el señor Segovia manifiesta que él no tiene necesidad de andar recorriendo el estado ni gastando dinero inútilmente, pues según él, la línea es que sin despeinarse se convertirá en el próximo dirigente del sindicato. De inmediato se nota que este señor de apellido Segovia es novato en cuestiones políticas, pues tontamente se ha encargado de hacerle creer a sus compañeros de trabajo que él va a ganar porque ya está decidido. Este señor no sabe o no se da cuenta, que estas maneras de hacer propaganda ya no funcionan, y, por si fuera poco, anda metiendo en chismes a nuestro gobernador, cuando él próximo gobernante tiene muchísimas cosas más importantes que atender y resolver como para dedicarle tiempo y energía y andar dando línea para que voten por el señor Segovia. Agregado a ello, el señor Segovia, como si fuera porro o cholo de colonia, atemoriza, intimida, amenaza y hostiga a los que no le hacen caso ni prestan atención a sus nulos ofrecimientos y propuestas. Se ha dedicado a pregonar que los que no voten por el van a perder su plaza, que les van quitar prestaciones y algunas otras amenazas que lo único que han logrado es que los que lo escuchan le digan de los dientes para afuera, que lo van a apoyar. Agregado a ello y como si fuera candidato a rey feo, el señor Segovia organiza rifas y regalos por cantidades superiores a los cien mil pesos, la pregunta es de dónde saca tanta lana para su campaña si tiene un modesto sueldo de enfermero. Lo que no ha calculado el señor Segovia, ya que carece de experiencia, oficio político, sensibilidad y trato con la gente, es que nada más por esa razón le van a dar la espalda, pues a nadie nos gusta que nos digan que hacer, como si no existiera la libre voluntad de votar por él que nos da la gana y por el que se nos antoja. Existe preocupación al interior de la Secretaría de Salud en virtud del acoso y hostigamiento en contra de los trabajadores que no simpatizan con la candidatura del señor Segovia. Los y las trabajadoras de tan importante institución, deben y puedan elegir libremente y sin intimidaciones el sindicato que los representa. Pésima percepción generaría al interior de los trabajadores y de la ciudanía en general, el solo pensar que el señor Francisco Segovia fuera impuesto como Secretario General de la Sección 88 en contra de la voluntad de la mayoría, además, los trabajadores de la Secretaría de Salud merecen un líder con presencia y personalidad, un torero no solamente debe serlo…también parecerlo.
