Si como oposición “Va por México” no ha podido tener los elementos suficientes para contrarrestar las políticas públicas del presidente López Obrador, divididos menos, pues parece que no se trata de fortalecerse electoralmente, sino de proteger la imagen del dirigente del PRI. Esto traerá una fuerte división del priismo a nivel nacional, pues quizá gran parte de la militancia no concuerde con la forma de actuar de la cúpula, que por muchos argumentos que se esgriman para defender la propuesta de ampliar la militarización en el territorio nacional, es claro que el riesgo de que la coalición se desvanezca, está muy presente, sobre todo para quienes veían en ésta la posibilidad de ser competitivos en el 2024.
La consecución de situaciones a lo largo de la semana, hacen interpretar que existe un acuerdo desde Palacio Nacional con el tricolor, pues de entrada la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, aseguró que daría un “recreo” de dos semanas al dirigente nacional priista, con el argumento de esperar la resolución del juez, y aunque la propia mandataria asegura que no tiene nada que ver con las votaciones que se llevan a cabo en el Poder Legislativo, en política nada es obra de la casualidad, porque se da justo cuando se presenta en la Cámara Baja la propuesta para la militarización, y a los días el encuentro de los legisladores del PRI con las fuerzas armadas; lo que provocó la molestia de los presidentes de Acción Nacional y de la Revolución Democrática, quienes anunciaron que habrá una “pausa” en la coalición.
Esta decisión nos lleva a una bifurcación política interesante, primero, conocer los futuros movimientos de los partidos en la selección de los candidatos para el Estado de México y Coahuila para la elección del próximo año, pues de existir acuerdos, como se ha interpretado, la probabilidad sería que la entidad gobernada hoy por Alfredo del Mazo sea para cederle el triunfo a Morena con Delfina Gómez, y desde luego debilitar a la oposición si esta alianza se “derrumba” para el 2024, y aquí es donde se consolida la versión del exsecretario de hacienda, Carlos Urzúa, cuando señala en una entrevista que AMLO no busca dinero, sino el poder.
La otra ruta que se despliega de estos hechos, es lo que ocurre en el caso de Durango, con los candidatos y gobiernos de coalición, que en el caso del municipio ya arrancó, y que en el estado se hará a partir de la próxima semana; al ser un ejemplo del proceso que se vivió en la elección de junio pasado, los dirigentes y el propio gobernador electo han dejado en claro que el triunfo se construyó juntos y que habrán de gobernar de la misma manera, es decir, ante lo que ocurre a nivel nacional, los tres partidos en lo local se han blindado para que los acuerdos se cumplan, y sobre todo que la sociedad considere que su voto en las urnas también se respetará en el ejercicio de las administraciones; lo que me parece un buen mensaje político.
De no haber “arreglo” entre PRI, PAN y el PRD, creo que la mesa estará servida para Morena, pues de acuerdo a las proyecciones que traen estos partidos, solo juntos y tratando de convencer a MC, podría “haber tiro” como lo dijo el propio Alejandro Moreno, de lo contrario será indistinto a quién elija morena como abanderado presidenciable, el camino estará despejado. Por lo que la semana que entra será interesante ver las reacciones y acciones dentro de “Va por México”, y definir hasta dónde llegará este “encontronazo”.
Pajareando.
Como grave se consideran las finanzas del gobierno del estado saliente, según lo manifestado por la coordinadora del equipo receptor, Marcela Andrade, quien haciendo un simil de la administración de un hogar, afirma que éste “ya se habría perdido”, porque ya ni el señor de la “tiendita” les querría fiar, pues se gastó más de lo que entró a las arcas, algo que deberá tener consecuencias en lo legal, quizá lo que esperan muchos ciudadanos.
