A pesar de la estrepitosa derrota que le propinaron en las urnas a la coalición Fuerza y Corazón por México en la mayoría de las elecciones federales que estuvieron en juego, ahora Marko Cortés, Alejandro Moreno Cárdenas y Jesús Zambrano, pretenden evitar a toda costa que Morena y sus aliados, tengan mayoría calificada en ambas cámaras legislativas, bajo el argumento de que ninguna coalición electoral, puede tener una sobrerepresentación mayor al 8 por ciento, ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados y que ello, viene contemplado en la Constitución.
Lo anterior, avizora irremediablemente una batalla jurídica en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, “canto de guerra” que lanzó la mismísima Xóchitl Gálvez, a la cual, ya la han hecho hacer cada papelón después de los comicios del pasado domingo, pues una vez que se cerraron las casillas, la hicieron salir y gritar a los cuatro vientos que habían ganado las elecciones, lo que sobra decir, distaba mucho de la realidad; esa misma noche, ella le habló a Claudia Sheinbaum para felicitarla y un día después, anunció que impugnará el proceso junto al PAN, el PRI y lo que queda del Partido de la Revolución Democrática.
Sin duda que el argumento de una sobrerepresentación podría ser válida para la coalición damnificada en las urnas, sin embargo, en “Sigamos Haciendo Historia” piensan que quien habló, fue el pueblo de México y esa voz debe ser escuchada y respetada por las distintas fuerzas políticas, de ahí la importancia de la manera en que fallen los tribunales electorales que tendrán mucho que interpretar y decidir, pues todo indica que Mario Delgado y compañía, si algo cuidaron, fue justamente evitar una sobrerepresentación que les pudieran tumbar en tribunales llegado el momento, habrá que ver si fue suficiente.
Desde luego que Alito, Marko y Jesús Zambrano, deberían hacer antes una autocritica de todo lo que hicieron mal en este proceso electoral, pues no es ningún secreto que usaron a su candidata presidencial hasta el cansancio; que ellos se blindaron con fuero, lo que no esperaban, era el tamaño del tsunami que “raspó” el registro del PRD, dilapidó el capital político de lo que quedaba del PRI y que arrebató uno de los últimos bastiones electorales de Acción Nacional y que ahora, tratan de maquillar a través de una resolución de un tribunal electoral, lo que no será suficiente para cambiar la narrativa que ya es del dominio público.
Al tiempo…