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Las herencias y el final 

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Si como dice el tango argentino, veinte años no es nada, tres años como presidente municipal tampoco. De acuerdo a las reformas a la ley electoral, los presidentes municipales se pueden reelegir por un periodo de tres años más. Muchos opinan que dicha reforma se quedó corta al no haber ampliado el tiempo a 6 años. Se podría pensar, entonces, que con la posible relección se compensaría y así les daría tiempo a los presidentes municipales como el del municipio de Durango, de no dejar inconclusos obras y proyectos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, porque se quedan a la mitad del camino.

Jorge Salum del Palacio es el segundo militante panista que gana una elección para hacerse cargo del municipio de la capital, quien en unos cuantos días rendirá su tercer y ultimo informe de su mandato. Cada presidente deja su estilo personal de gobernar y el de Jorge Salum, no es la excepción. Como se dice, los políticos no son por mucho, “moneditas de oro pa’ caerle bien a todos”. En contraste con otros presidentes municipales que lo antecedieron, Salum no gobernó a través de los medios de comunicación con el fin de inflar los resultados de su administración. Fiel a su estilo, optó por hacer obras y con el tiempo ser recordado por ello y no como un presidente mediático, pero sin resultados. 

Nadie puede poner en duda que Salum del Palacio ha sido un panista de toda la vida y con militancia de muchos años en ese partido. Y como diría la clásica, es de los panistas que no se voltean ni en la cama. En varias ocasiones, ha dado pruebas de madurez política. En el pasado proceso electoral, al menos, no fue un obstáculo para que el PAN y el PRI fueran juntos. ¿Por qué razón? Solo él la sabe. En aquellos momentos se le mencionó en los medios como un serio aspirante a gobernador por el PAN, y también con posibilidades para buscar la reelección como presidente municipal. Al final no fue una cosa ni la otra, sino todo lo contrario.

Ya muy pronto sabremos los verdaderos acuerdos que se hicieron entre el PRI, PAN y PRD. Dichos acuerdos se reflejarán, sin duda, en los gabinetes de Esteban Villegas y de Toño Ochoa. ¿Por cierto, serán gobiernos de coalición de facto, o ya en el poder para las y los amigos y pagar facturas? Hoy recordamos que el gobernador electo, Esteban Villegas, anunció que de directores hacia arriba se irían todos, que la barredora sería para todas y todos. ¿Habrá dinero suficiente para ese fin? Para que esto se pueda llevar a cabo, queremos pensar que el gobernador electo ya le midió el agua a los camotes.

Esteban Villegas y Toño Ochoa están obligados a integrar sus respectivos gabinetes con los mejores perfiles de priistas, panistas y perredistas, y también, como lo prometieron, con las mejores mujeres y hombres de la sociedad civil. Esteban y Toño saben de antemano que van a heredar problemas financieros graves. En el caso del municipio de Durango, se le deben 600 millones de pesos por parte del gobierno estatal. Si no les pagan a los municipios en unos días, Esteban Villegas Villareal comenzará su administración debiéndoles a los municipios mil millones de pesos. Por esa razón, los presidentes municipales empezarán con un déficit en sus finanzas. ¿Dónde quedaría la bolita? Otro dato: dicen los que saben de finanzas, que la deuda real del estado es de 9 mil millones de pesos, mínimo.

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