En general, la confianza en los agentes de tránsito varía. En algunos casos, se les considera una autoridad respetada y confiable. Sin embargo, en otros casos, la percepción de la confianza en los agentes de tránsito es más baja. Gracias a las bien o mal llamadas benditas redes sociales, los ciudadanos podemos darnos cuenta de sucesos, cosas y acontecimientos que antes de esta tecnología era casi imposible que lo supiéramos. Lo comento por la razón de que se han mostrado videos donde presidentes municipales tanto hombres como mujeres, con cachucha, ropa deportiva y lentes oscuros, han sido detenidos bajo cualquier pretexto por agentes de tránsito y de vialidad. Una vez que se orillan a la orilla, les exigen hasta la cartilla de vacunación del perro y como lógicamente no la traen, discretamente los hacen a un lado y le piden una propina, moche o mordida para no infraccionarlo. Oh sorpresa, de repente el alcalde se quita los lentes y la cachucha y el corrupto agente casi se le inca pidiendo perdón y suplicando que no le quiten la chamba. Alguien podrá decir que esto sucede en todo México, pero oh sorpresa, hay excepciones. Se imagina amable lector que un agente de tránsito lo detenga porque le hace falta que prenda el foco del stop y amablemente lo invite o aconseje que vaya a un taller eléctrico a que le cambien el foco, o que se encuentre ponchado en una avenida y el agente se acerque, se quite la camisa y amablemente le ayude a una mujer a cambiar la llanta, o pensemos en un ciudadano cuyo vehículo tiene una falla mecánico y está parado con el cofre levantado y el agente al darse cuenta le pregunta en que le puede servir, e incluso le ayuda a tratar de encontrar la falla. Lo anterior sería difícil de creer dada la fama que tienen los agentes de tránsito y vialidad que en Durango eran conocidos como “mordelones”. Pues para Ripley y aunque usted no lo crea, por instrucciones de la incansable Leticia Herrera Ale, en Gómez Palacio la relación entre conductores y agentes de tránsito es de cordialidad y mutuo respeto, como debe ser dirían en el pueblo. Prueba de ello es que una vez más, y con la intención de reforzar una nueva cultura de colaboración y buena relación entre sociedad y gobierno, hace algunos días el municipio de Gómez Palacio, a través de la Dirección de Tránsito y Vialidad, implementó un programa de capacitación con enfoque en la proximidad social, con el objetivo de fortalecer la relación entre los agentes viales y la ciudadanía. Esta estrategia tiene la intención de promover una interacción más cercana, respetuosa y empática entre el personal operativo y la comunidad. Durante las sesiones de capacitación, los elementos recibieron conocimientos para mejorar sus habilidades de comunicación, aplicar técnicas de mediación y adoptar una actitud de servicio más humana. El objetivo consiste en transformar cada contacto con la población en una oportunidad para generar confianza y resolver conflictos de forma pacífica y dialogada. A través de dinámicas prácticas y ejercicios grupales, los agentes identificaran situaciones cotidianas en las que la proximidad social puede marcar una diferencia significativa. Casos como la asesoría a conductores, atención de infracciones o intervención en incidentes viales son abordados desde una perspectiva sensible y colaborativa. Desde el inicio de su administración, Leti Herrera apostó por vincular a la ciudadanía con la policía municipal y con las agentes de tránsito y vialidad, lo cual desde luego incluyó la dignificación laboral de los llamados guardianes del orden púbico. Este programa de capacitación no busca poner en tela de juicio la actuación de las autoridades en materia de tránsito, sino más bien pugna, porque se fortalezca la actuación de elementos facultados por ordenamiento legal a efecto de robustecer su imagen institucional, toda vez que las sanciones de infracciones administrativas deben regirse bajo los principios de eficiencia, imparcialidad, legalidad, objetividad, profesionalismo, honradez, responsabilidad y respeto a los derechos humanos. No basta con afirmar que se requiere fortalecer a las policías y agentes de tránsito locales, en eso no hay discusión alguna, sin embargo, es importante establecer con claridad y viabilidad práctica, las estrategias para lograrlo. En Gómez Palacio, los Agentes de Tránsito trabajan por la seguridad vial de los ciudadanos, ejercen control y regulan el tránsito; también investigan, previenen, forman en educación vial y atienden las solicitudes de la comunidad. Un reconocimiento a ellos y a su presidenta municipal Leticia Herrera por la labor que diariamente realizan contribuyendo a una movilidad segura y sostenible.