“La justicia no se vota, no puedes votar a un juez porque entonces le quitas su imparcialidad y se debe a quien lo postuló, eso no se vale. Le quitaron la independencia al Poder Judicial (…) nos sentimos indefensos, pisoteando nuestro Estado de derecho. Cada vez estamos peor”: manifestantes anti-marcha judicial.
Por primera vez en el país se lleva a cabo el proceso de elección de los integrantes del poder judicial que incluyó a nivel federal ministros de la Corte, magistrados del Tribunal Disciplina Judicial, magistrados de la sala superior del Tribunal Electoral, magistrados de la sala regional del Tribunal electoral, magistrados de distrito, así como jueces.
Uno de los principales argumentos que el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, esgrimió para presentar la iniciativa de reforma constitucional para modificar el mecanismo de elección de los integrantes de los organismos impartidores de justicia, fue que había corrupción y por eso deberían irse todos.
Lo que las evidencias arrojan de la narrativa de López Obrador, es que la corrupción no es sistemática en los juzgados de todo el país, por el contrario, hay testimonios de personas que se prepararon mediante una carrera judicial para ocupar con profesionalismo, preparación, ética y autonomía los cargos en el poder judicial.
El modelo de elección de jueces y magistrados en México no es el óptimo y lo que demostró ayer en la jornada electoral es que muchas personas no creyeron en él y no acudieron a votar por varias razones.
1.- Porque no conocían a quienes pretendían ser juzgadores, porque su labor debería ser meramente jurisdiccional y por lo tanto hacer una “campaña” para ser electos no garantizaba que de manera masiva la sociedad los ubicara.
2.- Como consecuencia de lo anterior, en muchos casos la “sugerencia” incluso de las autoridades electorales de que los votantes llevaran sus anotaciones para poder elegir a los mejores perfiles, o sea llevar el mencionado “acordeón”, no se cumplió.
3.- Las casillas para elegir al poder judicial no estaban ubicadas en el mismo sitio en la instaladas para emitir el voto para la alcaldía, ese por supuesto que fue un freno.
Sumado a lo anterior, el factor tiempo también fue un tema que es necesario señalar, ya que en la casilla en la que acudí a emitir el voto correspondiente a la sección 0391 localizada en el poblado Gabino Santillán, para el poder judicial se instalaron la casilla básica y contigua, por desgracia en la casilla contigua para emitir el voto tardé una hora y media.
Por consecuencia, hubo personas que, ante el retraso en emitir el voto para el poder judicial, mejor optaron por retirarse y ya no votar.
En los próximos días se sabrá con exactitud el nivel de participación en la elección judicial, cuyo propósito no es como lo dijeron que “el pueblo decida”, sino más bien que se eligiera aquellos personales afines a la Cuarta Transformación para tener ahora si el control del poder judicial.
*Catedrática de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Twitter @lululopezsalas. Instagram @LourdesLópezSalas.