Este domingo 1o de junio, no será recordado como un día cualquiera para los duranguenses que viven en la capital del estado, pues se puso en juego la elección a alcalde, sin duda, la “joya de la corona” de dichos comicios y en donde al final, el electorado mandó un mensaje claro y contundente, sobre a que proyecto de gobierno darle continuidad y al que en definitiva, ya no quieren ver en la Presidencia Municipal de Durango , por lo que bien vale la pena analizar el revelador mensaje que puso a cada quien en su justa dimensión.
Por principio de cuentas se debe establecer que Toño Ochoa, fue refrendando en el cargo como edil capitalino, sus resultados como alcalde y sus propuestas para una “segunda temporada”, fueron muy bien recibidos por los duranguenses, tal es así, que la diferencia con el resto de los contendientes, fue de más de dos a uno, lo que lo posiciona como la principal carta del PAN y el PRI para lo que se venga, pues tiene aceptación, reconocimiento y ya demostró que es un hombre de resultados, pero además, sumamente institucional con el jefe político estatal, lo que no es menor.
Quien de plano quedó exhibido, fue el Dr José Ramón Enriquez Herrera, pues no solo se quedó muy lejos de competirle al abanderado de Unidad y Grandeza, sino que también fue relegado a la tercera posición (según datos de anoche del PREP), lo que para el morenismo de Durango es imperdonable, por lo que ahora se vendrá la “cacería de brujas”, es decir, el reparto de culpas, aunque muy pocos reconocerán que la decisión de ponerlo como candidato no fue la más acertada, lo que pudiera llevar a Morena a replantear la selección de sus abanderados para las elecciones del 2027 y el 2028, pues si algo ya quedó claro, es que no siempre el más popular en las encuestas, es el más competitivo en las urnas y para muestra… Un botón.
Quien dejó al común demoninador perplejo, fue Pancho Franco, el cual con una campaña fresca, muy bien enfocada al nicho que quería llegar y con el respaldo de su dirigencia nacional, logró lo impensable, rebasar en el segundo lugar al abanderado morenista, algo que adelantó el mismísimo Jorge Álvarez Máynez aunque pocos le creyeron, pues Franco Soler consiguió lo que ningún otro candidato de MC a la alcaldía de Durango, es decir, el mayor número de regidores y la mayor votación para un candidato del partido naranja a ese puesto de elección popular, lo que podría darle pase directo a la dirigencia estatal de su partido y convertirlo en su principal referente en estas tierras.
Al tiempo…
