Luego de las elecciones del pasado 1o de junio y que sus resultados fueron por demás reveladores, particularmente al interior de Morena y la Cuarta Transformación, es innegable que ahora, esa oferta política, deberá analizar bien a los perfiles que proyectará para las elecciones tanto del 2027 como del 2028, pues está claro que no podrán tomar riesgos, valorando todo lo que estará en juego en esos dos años electorales, de ahí que se piense que quienes no se vieron favorecidos con el voto de los duranguenses, deberán esperar mejores tiempos y dejarle su lugar a nuevos cuadros.
Este bien pudiera ser el caso de Nacho Aguado, actual Director de General de Innovación, Servicios y Comercio Interior de la Secretaría de Economía del gobierno federal y uno de los hombres más cercanos a Marcelo Ebrard, quien ha depositado en él importantes responsabilidades y hasta ahora, el duranguense ha entregado buenas cuentas, recorriendo ya las 32 entidades federativas, ya sea combatiendo la piratería o bien, impulsando los Polos del Desarrollo para el Bienestar.
Quien fuera candidato independiente a una diputación local hace algunos años, bien pudiera levantar la mano para contender por un puesto de elección popular en el 2027, en el que se renueva la Cámara de Diputados y las diputaciones locales o bien, estar disponible para lo que se pudiera ofrecer en el 2028, año en el que, entre otros cargos, se renovarán las 39 alcaldías, para lo cual está construyendo alianzas tanto en lo nacional como en lo local, sin obviar que se trata de un cuadro sin cola que le pisen, identificado con la 4T y que pudiera ser muy competitivo en las urnas, si le dan esa oportunidad.
Ya se le ha visto muy de cerca con personajes como Manuel Espino Barrientos y con la venia, claro está, de su jefe político, de ahí que no sea descabellada la idea de que llegado el momento, pudiera ser un cuadro a considerar para las elecciones venideras, pues conoce el territorio, es bien visto por la sociedad duranguense y pudiera ser quien abra camino para una aspiración presidencial de Marcelo Ebrard en el 2030, pues él no olvida ese sueño y habrá de trabajar para ella, de ahí que necesite que sus aliados empiecen a crecer, política y electoralmente hablando y ese pudiera ser el caso de Nacho Aguado.
